No fue un lunes cualquiera...
Triunfó el trabajo colectivo. Luego de cinco largas marchas, los jóvenes logramos que el Congreso retroceda y derogue la ley del Régimen Laboral Juvenil o 'Ley Pulpín'.
Sin represión y con mucha alegría ayer avanzamos por las calles limeñas rumbo al Parlamento, por una nueva ruta que partía desde la Plaza 2 de mayo por la avenida Alfonso Ugarte rumbo a la Plaza Bolognesi, para luego ir por la avenida Abancay y tomar la Plaza del Congreso de la República.
Sin embargo fue casi imposible llegar al Congreso, debido a que los efectivos policiales indicaron que solo lo permitirían si un congresista salía a recibirnos. A pesar de grandes llamadas, eso no pasó y tuvieron que enviar una delegación de 13 jóvenes representantes al hemiciclo que se encontraba sesionando en torno a la polémica ley.
Llegamos hasta jirón Puno, organizados por zonas, colectivos, gremios y universidades. La hora se alargó y algunos fueron a merendar, mientras que un grupo que llegó como un segundo aire se quedó a aguantar en el lugar.
Al retornar, cerca de las tres de la tarde, ya se contaban los votos y todos los jóvenes nos agrupábamos en torno a una pequeña radio y un megáfono aguardando la decisión final de los "padres de la patria".
Entonces, con 91 votos a favor de la derogatoria, 18 en contra y 5 abstenciones se anuló el régimen laboral juvenil. Nos miramos todos, sin conocernos y nos abrazamos en una gran celebración a ritmo de sikuris y batucadas.
Se escucharon nuevas arengas que revelaban la unidad del binomio imparable: " Obreros y estudiantes, unidos como antes".
Caminamos hasta la Plaza San Martín, donde no se hicieron esperar las manifestaciones culturales y la viva alegría de quienes habían andado kilómetros en busca del respeto a sus derechos. Fue así que se decoró el monumento con una bandera peruana que recordaba el motivo del triunfo.
Que la lucha no quede ahí, ya tenemos el germen de la organización colectiva y democrática de las zonas. Espacios de libre participación, que como pueden ver dan grandes resultados.
Aún quedan agendas pendientes y un Perú por construirse pensando en personas y no en el bolsillo de unos cuantos.
Gracias, a cada uno y cada una de las personas que pusieron su granito de arena para que esta ley caiga. Podré ver que mis hermanos menores tienen la oportunidad de recibir el aguinaldo que alguna vez yo tuve, así como muchos otros trabajadores.
Por cierto: ¿Quienes fueron los que cambiaron su voto tres veces en el Congreso?
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