jueves, 30 de junio de 2011

Ensayo académico Introducción a la Gestión Pública: el Paradigma legal-racional y la Teoría de la Elección Racional


¿Es posible hallar diferencias notables entre el Paradigma legal-racional y la Teoría de la Elección Racional? Sí, porque ambos planteamientos parten de de raíces ideológicas muy disímiles.

A continuación, haremos un breve análisis de las diferencias que hay entre el Paradigma legal-racional y la Teoría de la Elección Racional. Para ello partiremos de definir ambas teorías/paradigmas. Esto nos permitirá visualizar más claramente el porqué los argumentos fundacionales de ambas teorías son tan diferentes.

El Paradigma legal-racional (PLR)

El Paradigma legal-racional, conocido también como paradigma weberiano, plantea principalmente que la racionalidad instrumental es innata a las personas que componen el aparato estatal.  Por ello la burocracia se encuentra capacitada, por su composición de sujetos racionales, para llegar a sus metas. Los funcionarios, de la burocracia que estamos idealizando para explicar el paradigma, deben ser conjunto de un cuerpo permanente, formar el espíritu de cuerpo, y encontrarse aislados para evitar que contaminen su desempeño con inclinaciones de orden político y/o económico. Es así, que la burocracia se construye y mantiene por medio de normas legales, permanentes y neutrales que permiten garantizar la eficiencia de los funcionarios e igualmente establecer “un sistema jerárquico centralista”; en el cual los superiores toman las decisiones en la planificación y no es posible que elementos inferiores presenten injerencia en ello. (Cfr. Trelles. 2009: 16).

Como características del Paradigma legal-racional, podemos tener en cuenta las siguientes:

a.     Carácter legal de las normas y de los reglamentos. 
b.    Carácter formal de las comunicaciones
c.     Racionalidad en la división del trabajo.
d.    Impersonalidad en las relaciones de trabajo.
e.     Jerarquía bien establecida de la autoridad.
f.     Rutinas y procedimientos de trabajo estandarizados en guías y manuales.
g.    Competencia técnica y meritocrática.
h.     Especialización de la administración y de los administradores, como una clase separada y diferenciada de la propiedad (los accionistas).
i.      Profesionalización de los participantes.
j.      Completa previsibilidad del funcionamiento. (Trelles Araujo. 2011: 3)[1].

Estas características le dan forma a la dominación que el Estado y su cuerpo burocrático puede ejercer. Weber, en el capítulo III de Economía y Sociedad, explica que hay tres tipos de dominación que legitiman en este caso al Estado y a su cuerpo burocrático:

1.    Dominación Tradicional: Es un tipo de autoridad que ha perdurado durante la historia y es reconocida por su antigüedad y costumbre a ella, por ello descansa en la creencia cotidiana.
2.    Dominación Carismática: Se da por medio de una autoridad carismática de un individuo que ha destacado por sus hechos, Weber lo destaca como "entrega extracotidiana a la santidad, heroísmo o ejemplaridad".
3.    Dominación Racional: "que descansa en la creencia en la legalidad de ordenaciones estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad (autoridad legal)." (Cfr. Weber.2011) [2]

Específicamente, nuestro interés se enfoca en el tercer tipo de dominación. Que además coincide con las características antes expuestas del Paradigma legal-racional.

La Teoría de la Elección Racional (TER)

En cambio, esta teoría esboza la idea de que los funcionarios no son capaces de adquirir un fuerte compromiso institucional. Esto lo fundamentan desde la filosofía utilitarista, donde el sujeto tiene como principio aumentar el placer y disminuir el dolor:

“El credo que acepta la Utilidad o Principio de la Mayor Felicidad como fundamento de la moral, sostiene que las acciones son justas en la proporción con que tienden a promover la felicidad; e injustas en cuanto tienden a producir lo contrario de la felicidad. Se entiende por felicidad el placer, y la ausencia de dolor; por infelicidad, el dolor y la ausencia de placer.” (Mill: 2011).

Esto no le quita racionalidad al sujeto, sino que la potencia en sí mismo. Es decir, el sujeto será racional para satisfacerse por sobre de su entrono, de esta forma podemos ver el individualismo predicado por esta filosofía.

Por eso, esta teoría, plantea que para la mayor eficacia del sector público, es necesario establecer un sistema de incentivos, para así que la búsqueda individual de placer pueda tener un nexo con el bien común. De esta forma, además se buscará ampliar la capacidad de acción de los individuos, se amplía su libertad y con ello su creatividad.

Por otro lado, Vincent Ostrom , uno de los teóricos de la Elección racional, plantea que aquello que el Paradigma weberiano decía de aislar a los funcionarios públicos para evitar que se contaminen con intereses políticos y económicos, es imposible y que siempre habrá un espacio para la acción política; plantea que de no haber una coincidencia inicial entre los agentes, deberá buscarse una negociación. Ostrom, además critica a Weber, diciendo que el encapsulamiento planteado por tu paradigma burocrático genera los vicios al interior de la burocracia y con ello su descomposición.

Hay que resaltar algunas de características de esta teoría:

1.    Descentralismo: permite que haya controles externos al poder estatal, acerca  la burocracia a los receptores principales de los beneficios ( los ciudadanos), Así mismo, la capacidad de toma de decisiones se  descentraliza y no sólo se enfoca en funciones, es decir, se ejecutan las órdenes que da el centro , pero también hay una capacidad de decidir en la periferia del sector público.

2.    Opinión ciudadana: Ayuda a un mejor trabajo, en trasparencia de las gestiones. Mejores resultados y menos corrupción.

3.    Sueldos diferenciados y competitivos.
4.    Evaluación permanente de los funcionarios, igualmente la posibilidad de despidos y contrataciones a partir de ello.
5.    El nivel de predictibilidad baja un poco, en relación al PLR, de Alto a Mediano. (Cfr. Trelles: 2009 y Clases de Introducción a la Gestión Pública).


Entonces, podemos ver que ambas teorías son bastante diferentes, que una parte de ideales distintos a la otra: Weber tiene un planteamiento considerado neokantiano y no busca la instrumentalización del sujeto (fuera de su razón), mientras que en la TER, vemos que si la instrumentalización del sujeto es necesaria para aumentar la eficacia del aparato burocrático, entonces no debería dudarse en aplicarla. Además, cabe resaltar, que ambas teorías son propias del tiempo en que fueron gestadas. Por ello, la TER (1960´s) tiene un perfil más ejecutivo- empresarial, mientras que el PLR (S.XIX) es bastante más idealista, ante las personas[3] y el Estado; lo que hace parecer a la TER más eficaz y pragmática, incluso más acorde con el sistema económico neoliberal. Posteriormente, ambas serán criticadas y recogidas en el neo-institucionalismo organizacional.

Bibliografía:

MILL, John Stuart
2004      El Utilitarismo
                Libro encontrado en internet:
                http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/utilitarismo/caratula.html

TRELLES ARAUJO, Gustavo
2011      Trabajo encontrado en internet, en elprisma.com:
                http://www.elprisma.com/apuntes/economia/maxweberburocracia/default3.asp

TRELLES SARAZÚ, Carlos
2009      Razones burocráticas ¿Cómo hacer eficiente al servidor público                                             peruano?
                PUCP:Lima.

WEBER, Max
2011      Economía y Sociedad
                Texto encontrado en internet:
                http://usuarios.multimania.es/medeis/SOCIOLOGIA/Max%20Weber%20(tipos%20de%           20dominacion).pdf


[1] Es una cita textual, pero por el formato de viñetas no le pude poner comillas.
[2] Citas hechas del mismo libro a Confrontarse (Cfr).
[3] Mientras, que la TER desde su primer argumento plantea que las personas son naturalmente egoístas. Weber plantea la posibilidad de conformar un “espíritu de cuerpo”, una fidelidad de los funcionarios y valores que hacen posible la gestión burocrática.

jueves, 23 de junio de 2011

Estructuras de división, sistemas de partidos y alineamientos electorales

Lipset y Rokkan en el presente texto mediante un análisis que parte del estructural funcionalismo del esquema parsoniano, tratan de vincularnos con la movilidad de la sociedad ante el Estado y el fenómeno electoral. 

Como ya hemos mencionado, ambos autores parten del esquema de análisis de Talcott Parsons sobre los intercambios sociales. Inicialmente, ellos buscan centrar su estudio en uno de los cuadrantes de los presentados en el esquema parsoniano; este cuadrante en cuestión es el destinado al “Subsistema Integrador”[1]. En este otro cuadro, le dan dos dimensiones a este subsistema: dimensión territorial[2] y dimensión funcional[3]. Precisan que este modelo bidimensional sirve para lograr una mayor identificación de divisiones y alianzas de partidos dentro del análisis comparado.

Ya en un segundo alcance, los autores, nos presentan un tercer cuadro que utilizarán con mayor rigor dentro del texto, es un cuadro de cuatro divisiones, que ellos llaman críticas, dentro del paradigma parsoniano. Para esto distinguen cuatro líneas de división críticas: La revolución nacional (cultura sometida ante cultura dominante), el conflicto entre Estado-nación con Iglesia, la revolución industrial (economía primaria frente a economía secundaria) y el conflicto entre propietarios y patronos ante trabajadores. Con este esquema podemos intentar estudiar los cambios estructurales en las diferentes sociedades. Sin embargo, el esquema presentado, tiene mayor efectividad dentro de sociedades europeas y se ve en conflicto ante realidades como la nuestra. Dónde, en este último caso, nos veríamos obligados a analizarlo desde dos puntos, mínimamente, antes que priorizar sólo uno (debido a que puede darse una explicación poco suficiente).

Continuando con el texto de Lipset y Rokkan, luego de presentarnos los esquemas que utilizan para analizar transformaciones estructurales, pasan a exponer cómo se dan las transformaciones estructurales de división en los sistemas de partidos políticos. Dentro del comportamiento de los partidos, destacan que no sólo se trata de relaciones de oposición, sino de relaciones estratégicas (relaciones de alianzas o divisiones). Además deben de conocer e informarse sobre las tradiciones de toma de decisiones del Estado en cuestión; conocer los canales para la expresión y la movilización de la protesta.; informarse sobre las oportunidades, los resultados y los costos de las alianzas; conocer las posibilidades, las consecuencias y las limitaciones del gobierno de la mayoría.

 Además enfatizan que para hacer un buen estudio comparado se debe partir del análisis de cuatro puntos fundamentales que los autores les dan nombre de “umbrales” (que luego se vuelven variables analíticas: Legitimación; Incorporación; Representación y Poder de la mayoría.

Finalmente, llevan estos elementos a casos sucedidos en la Historia, y cómo los resultados pueden variar según las reglas de juego (mayoría simple, los sistemas de votación de segunda vuelta, etc.).



[1] Asociado a comunidades y asociaciones.
[2] Que abarca un espacio desde uno llamado “oposición dentro de la élite nacional establecida” hasta otro “oposiciones locales-regionales”.
[3] Ocupa un espacio desde “Oposiciones de intereses concretos” hasta” oposiciones ideológicas”.

Resumen del texto de Odonnel donde deja mal a Lipset

Odonnel nos planeta en dos capítulos una crítica a la propuesta analítica de Lipset  y propone un nuevo enfoque desde la misma dimensión socioeconómica y una aproximación a la caracterización tipológica enfocándose preferencialmente en América Latina.

El primer capítulo es un análisis y crítica a la propuesta de Lipset, Odonnel,a diferencia del otro autor, no se centra necesariamente en el ámbito socioeconómico para analizar los regímenes en los países, prioriza hasta cierto punto  la dimensión histórica y por tanto las pruebas empíricas de lo que se postula.  Odonnel llama a esto la “ecuación optimista” y la representa así (Pág.18):

MAS DESARROLLO SOCIOECONÓMICO= MÁS PROBABILIDAD DE DEMOCRACIA POLÍTICA

Inicialmente presenta seis argumentos para refutar a esta “ecuación optimista”:

1.  Los autores, como Lipset, presentan una clara preferencia por la democracia política y de esto infieren que la mayor parte de los países desarrollados son democracias políticas.

2.  Obvian procesos causales y por tanto caen en contradicciones.

3.  A raíz de las pruebas empíricas existen dudas sobre la validez del paradigma básico.

4. Presentan una conclusión falaz: “Si hay una correlación positiva en el nivel del conjunto esto no implica que dicha correlación exista en el nivel de un subconjunto de la muestra originaria” (Pág. 20).

5. Refuerza lo anterior, sosteniendo la imprecisión que surge al intentar sustituir datos longitudinales con datos horizontales; sostiene que habría sentido en hacer inferencias al respecto si se toma en cuenta que se estudia una misma unidad en diversos momentos en la historia de la misma.

6. La democracia política puede contener en su interior a la pluralización política; sin embargo esta última puede contribuir a otro tipo de regímenes.

Y por tanto propone que debería reformularse así:

MAS DESARROLLO SOCIOECONÓMICO=MAS PLURALIZACIÓN POLÍTICA= MAS PROBABILIDAD DE 
DEMOCRACIA POLÍTICA

En América Latina, a diferencia de Europa, los procesos históricos han demostrado que el desarrollo económico no es sinónimos de democracia política sino de regímenes autoritarios que modernizaron la región. El proceso de modernización y la medición de la misma se hace a partir de variables como: Tamaño del PBI (indica el tamaño del mercado); Desarrollo industrial; Población; Urbanización, entre otros.


Odonnel nos presenta tres grupos de países que demuestran esto:
Primer grupo (Argentina y Brasil)
Alta modernización del centro.
Todos los regímenes políticos no democráticos.
Segundo grupo (Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela)
modernización intermedia en el centro
Todos democracias políticas (con excepción del Perú)
Tercer grupo (Bolivia, Ecuador y Paraguay)
baja modernización del centro
Todos los regímenes políticos no democráticos.

Esto es mejor analizado por el autor en el capítulo dos. Dónde hace especial énfasis en la penetración de roles tecnocráticos y los problemas que surgen en países sudamericanos de alto nivel de modernización; dónde surgen nuevos problemas por mayores niveles de industrialización y mayores diferencias sociales, así como nuevas participaciones dentro de los roles políticos.

Uno de los aportes más logrados del autor, es el Excurso: Boceto del “juego político” bajo un régimen Burocrático-Autoritario. Esto lo desarrolla en quince puntos donde nos describe cómo debe ser el procedes de un gobierno autoritario que posea una burocracia tecnificada. Este casi recetario advierte   las posibilidades y tipo de toma de decisiones  que debe asumir un gobierno en función de un desempeño “satisfactorio”[1], su capacidad de coerción,  las coaliciones posibles y existentes[2].

Finalmente, Odonnel da un vistazo a otros regímenes políticos sudamericanos como Argentina y Brasil. Donde se han desempeñado gobiernos autoritarios como los de Perón y Vargas, llamados autoritarismos populistas; además analiza brevemente los casos de Paraguay, ecuador, Bolivia y Perú.



[1] Hay medidas a tomar si es que no hay un desempeño satisfactorio.
[2] Es importante la relación del gobierno con todos los sectores sociales, especialmente con las clases medias y el empresariado nacional. De esto podríamos inferir que por el apoyo de clase y el desempeño del gobierno, este puede devenir en fascismo.

Los Estados y las revoluciones sociales (Skocpol)

Theda Skocpol, desde este libro nos da el alcance del análisis comparado de tres revoluciones a la luz del estructuralismo histórico (¿). Ella compara la revolución francesa (1789), La revolución rusa (1917) y la revolución china (1949). Define revolución social cómo:

“Las revoluciones sociales son transformaciones rápidas y fundamentales de la situación de una sociedad y de sus 
estructuras de clase” (Pág. 21).

La autora propone dos condiciones que serían premisas para poder hablar de revolución social:

 1) El cambio estructural de una sociedad debería coincidir con un levantamiento de clases.
 2) La trasformación política de la sociedad debería ir de la mano con la transformación social.

 A estos requisitos le podemos agregar situaciones que favorecen el cambio: las rebeliones, las revoluciones políticas, y las grandes transformaciones económicas sobre estos aspectos, Skocpol hace una notable diferencia entre rebelión, revolución política, revolución social y las transformaciones económicas:

Revolución social: Los cambios de la estructura social se dan junto a los de la estructura política, así ambos se refuerzan. Estas trasformaciones se dan mediante conflictos sociopolíticos intensos, dónde la lucha de clases es protagonista. Además, la revolución se da  en manos de una clase emergente revolucionaria que tiene conciencia de sí.

Revolución Política: Transforman las estructuras de Estado, pero no necesariamente se efectúan por medio de conflictos de clases.

Rebelión: Puede integrar la revuelta de  la clase subordinada, pero no concluye con un cambio estructural.

Trasformaciones económicas: estas son como el proceso de industrialización, pueden transformar las estructuras sociales sin necesariamente concluir en drásticos cambios políticos.

Ella nos presenta su estudio a través de cuatro grupos de teorías de la revolución: la teoría marxista, las teorías de agregado psicológico, las teorías de consenso de sistemas de valores, y las teorías de conflicto político.

 Luego de explicarlas, ya en el texto hace el análisis comparado de los tres procesos revolucionarios. Ella concluye esta comparación indicando que los tres casos citados tienen en común:

- Contexto de crisis.
- Actores externos (internacionales).
- Economía agraria en retraso.
- Clase emergente.

Los compara con el caso prusiano y japonés donde el devenir fue diferente y ambas naciones supieron manejar el cambio hacia el desarrollo, haciendo reformas necesarias a su tiempo, además de no tener el factor agrario retrasado tan presente en su contexto.

¿Democratización o burocratización? Inestabilidad del acceso al poder y estabilidad del ejercicio del poder en América Latina


Sebastián Mazzuca nos presenta un artículo-resumen muy ordenado que nos permite analizar el proceso de democratización y burocratización[1] en América Latina. Empieza su texto aclarando una división teórica entre las instituciones estatales: aquellas instituciones que permiten el acceso al poder político versus las instituciones que permiten el ejercicio del poder político; ya que acceder al poder no es igual a ejercerlo. Para ello, hace hincapié en dos parejas conceptuales ligadas a lo anterior: autoritarismo-democracia (formas de acceso) y patrimonialismo- burocracia (formas de ejercicio).

Marco teórico: acceso y ejercicio.
Para una mejor comprensión, Mazzuca aclara dos puntos importantes como raíz del problema teórico:

     a)  El diferenciar el acceso del ejercicio del poder nos acerca a entenderlos como atributos básicos de la  definición de régimen político.

b)    La democracia debe ser entendida como un tipo de acceso al poder político. 

Si no llegamos a separar adecuadamente los conceptos relacionados a acceso y ejercicio, así como democratización y burocratización, podemos caer en diferentes problemas:
1.       Dificultades descriptivas en el análisis de los regímenes de América Latina.
2.       Errores al explicar el origen y proceso de desarrollo de los distintos regímenes de América Latina.
3.       Limitaciones para la elaboración de recomendaciones.

Entonces, para entender el proceso de democratización, debemos tener en cuenta que nos encontramos ante la adquisición de un tipo de acceso. El proceso de democratización, consta de tres etapas:

1.       Transición democrática.
2.       Consolidación democrática.
3.       Calidad democrática.

En este camino, se pueden dar situaciones de corrupción que entorpezcan el proceso. Sin embrago, todas estas taras relativas al tema de corrupción son problemas del Estado y no del régimen; son problemas de la burocratización y no de la democratización.

Luego, el autor, hace un análisis comparativo para explicar más claramente el desarrollo entre burocratización y democratización en América Latina. El caso más emblematico de la comparación es el de Argentina y Chile; de dónde Chile resulta ser menos democrático pero más burocrático, incluso a nivel regional. Luego de establecer un diagrama para explicar cómo se da el encuentro entre acceso y ejercicios en América Latina, Mazzuca, destaca que en la región hay dos historias muy claras a nivel de regímenes políticos:  la historia del acceso inestable y la historia del ejercicio estable (en casi todos). Entonces, parte a hacer una breve descripción de los procesos de burocratización y democratización europeas; de dónde intenta hacer una comparación, pero antes de elaborarla ya concluye con que ambos continentes han tenido desarrollos históricos diferentes y por tanto no pueden ser similares. Sin embargo, nos quedan algunos aspectos claros: los regímenes políticos pueden ser burocráticos y democráticos simultáneamente, siempre y cuando se dé primero la burocratización "(lección europea)"... es así que Mazzuca saca al fresco lo que llama " la interrogante latinoamericana": dónde el proceso se da a la inversa respecto al modelo europeo y con una fuerte carga relacionada al patrimonialismo y el poder que mana de él.

Patrimonialismo.

Mazzuca intenta darle dos posibles explicaciones a su origen: “Factores culturales”, relacionados a nuestro pasado colonial y “La economía política”, relacionada al proceso de industrialización en la región y el lugar que fue ocupando en este el Estado. Pero, ambas presentan dificultades; la primera tiene una carencia relativa a la dimensión tiempo, mientras la segunda falla en cuanto a la dimensión espacio. Indica que el origen n del patrimonialismo debe ser sensible a las diferencias entre estados y además histórica, para ello se remonta a los orígenes del Estado y da dos supuestos más que alimentarían la génesis del patrimonialismo: el impacto de la geografía política y el peso de la historia política. Sin embargo, el autor aún considera esto último como insuficiente.

Escenarios.

 En la tercera parte del artículo, Mazzuca da una mirada al futuro a partir de un análisis mediante tablas de clivajes cruzados, para explicar los posibles escenarios que podrían darse en la región a partir de las combinaciones que surjan entre democracia y patrimonialismo.  Para ello, nos da cuatro hipótesis:
1.       La democratización favorece la burocratización: la hipótesis optimista. En esta hipótesis, a mayor acceso, por democratización, habrá una mejora en la calidad del ejercicio. Es así que el electorado puede sancionara a los partidos corruptos con su voto, en el camino de la burocratización.

2.       La falta de burocratización amenaza la democracia: la hipótesis alarma.  El patrimonialismo puede llegar a socavar la legitimidad de la democracia y así la confianza del electorado se ve mellada ante los mecanismos de selección de liderazgo político, podría terminar apoyando autoritarismos para así  intentar eliminar al patrimonialismo de la escena política.

3.       La burocratización amenaza la democracia: la hipótesis de la cautela. Si el patrimonialismo es descubierto, muchos de los actores que se beneficiaban de ese modo de ejercicio del poder se volverán en contra de la democracia y pondrían en peligro su estabilidad.

4.       La democratización es indiferente es indiferente con respecto a la burocratización: la hipótesis cínica. El acceso democrático al poder se mantiene a lo largo del tiempo, pero también lo hará el patrimonialismo, aunque sea en pequeñas cuotas.

Mazzuca propone que para el cambio es necesario que surja un partido nuevo que cumpla con dos características:

a)      Que no sea cooptado por los partidos tradicionales.
b)      Que tenga un claro compromiso democrático.








[1] Uno no necesariamente deviene del otro, sino que pueden ser procesos opuestos dependiendo del enfoque.

jueves, 16 de junio de 2011

Hayek vs. Keynes

Bueno dentro del avance de la economía capitalista, existen dos tendencias bien marcadas: la propuesta neoliberal y la propuesta del Estado de bienestar. Para una ilustración quizás mayor les dejo un par de videitos

Aclaro que no comulgo con el capitalismo, sin embargo prefiero el que muestra un rostro más humano y contempla la igualdad: El Estado de Bienestar de Keynes.



miércoles, 8 de junio de 2011

El fenómeno de la Informalidad y el surgimiento del PCP-SL



El fenómeno de la informalidad tal y como lo explican autores como Hernando De Soto tiene su germen en las migraciones del campo a la ciudad. A pesar de lo discutible que este planteamiento pueda llegar a ser, podemos rescatar que este fenómeno se da debido a la existencia de un Estado centralista que no es suficiente para un país que se encuentra en constante crecimiento. La burocracia y las políticas públicas durante el siglo pasado no llegaron a ser eficientes, y por tanto no llegaban a todos los peruanos
.
Por otro lado, lo que De Soto llama “informal” es el nacimiento de un capitalismo popular, un capitalismo que no le pide permiso al Estado par surgir y parte de las estrategias de supervivencia del migrante andino. Podemos decir que el capitalismo en sí no surgió como un sistema formal, incluso lo que sucede acá en el Perú con el fenómeno migratorio andino es reflejo de la caída de un sistema económico que apelaba aún a un orden feudal. Por tanto, esta “informalidad” que viene del campo a la ciudad es el avance económico a una nueva etapa. Sabemos que la informalidad no es patrimonio de los sujetos, sino de las prácticas sociales; sin embargo, estas prácticas sociales que no se ajustan a los parámetros del Estado, tren consigo el surgimiento de nuevas empresas, una cultura que mira al progreso[1] y apuesta por la educación (crece la población estudiantil en escuelas y universidades).

Saliendo un poco de este enfoque económico, se ha afirmado que el PCP-SL es la expresión más grande del “sistema informal”. El PCP- SL no es un partido político que participe del juego democrático, sino que mantiene una lucha por el poder. El surgimiento del PCP-SL se da, como expone Degregori, a raíz de muchas rupturas en la izquierda:

Sendero Luminoso nace del PCP Bandera Roja (BR), de inclinación pro china. Este grupo tenía como secretario general a Saturnino Paredes y entre sus integrantes a Abimael Guzmán Reynoso (conocido en ese tiempo como Álvaro). 

BR era una escisión del PCP que se había partido en una facción pro soviética y otra pro china. BR es el nombre del periódico usado por los pros chinos, mientras que Unidad el usado por los pros soviéticos.

Luego de BR, en 1967 se escinde Patria Roja. En 1969 esta ruptura es consumada y a la vez Paredes atenta contra Guzmán rebelando su seudónimo, asunto que devino en una expulsión de Guzmán y sus seguidores por ser “traidores a la línea proletaria”.

BR se había organizado por comités regionales (CR) y  Guzmán se quedó principalmente con el CR JC. Mariátegui de Ayacucho. Es de este CR que surge Sendero Luminoso a inicios de 1970. Siendo su foco principal la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH) y luego en el FER antifascista de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), del cual se adueño mediante sus células: Espartaco, 14 de junio y Estrella roja. (Castro.2009:10)[2]

Podríamos decir que el PCP-SL se constituye como una informalidad al interior de la izquierda y posteriormente se torna en una formalidad que se enfrenta a otra (el Estado peruano). La lucha que reivindicaron desde su germen fue la gratuidad de la enseñanza (por el caso del DL 006 en 1969), esa lucha inicial fue algo que toda la izquierda asumió y particularmente en Ayacucho las luchas por los derechos estudiantiles fueron bastión del PCP-SL que, posterior a la fecha del DL 006, operaba desde la UNSCH y fue segregando a los otros grupos que conformaron la izquierda ayacuchana, es decir, estos grupos encontraron la extinción de diferentes formas ante la paulatina hegemonía del PCP-SL. En esto último vemos el proceso de “formalización”  de Sendero, es una formalización por la fuerza[3] ante la sociedad. Huamanga se ve obligada a reconocer la “formalidad” que Sendero trae con sus mecanismos de organicidad, igualmente todo el departamento de Ayacucho y otros lugares donde Sendero gozó de hegemonía.

Por lo tanto, el PCP-SL surge aparentemente en respuesta a reivindicaciones sociales donde el Estado no era eficiente para la sociedad. Sin embargo, resulta curioso que Sendero está compuesto por ex hacendados (como Augusta La Torre  y Osmán Morote Barrionuevo) a la vez que de una clase media intelectual ayacuchana. Si ponemos en paralelo lo que hemos sustentado antes respecto a los migrantes y el capitalismo sobre la propuesta de De Soto, podríamos ver que en función de la composición del PCP- SL, éste vendría a ser un último intento de la clase que se derrumba, ante el surgimiento del capitalismo, de darse una segunda oportunidad de poder. Esta afirmación, no es un reflejo expreso de aquellos que conformaron la cúpula de mando del PCP-SL, sino se puede ver como in reflejo inconsciente de recuperar su antigua hegemonía.  Este mecanismo inconsciente de auto subsistencia de una clase  se puede ver en sus concepciones y prácticas respecto al Perú como cuestión, sus planteamientos y proceder llevan su sello de clase, por ejemplo: los dirigentes y delegados en sus organizaciones de base son sujetos impuestos por el partido, pocas cosas se discuten y muchas cosas se acatan al interior de sus filas. Estas prácticas antidemocráticas y verticales responden a una mentalidad feudal que se encuentra en riña con el surgimiento paulatino de un capitalismo incipiente a nivel nacional.

Bibliografía:

CASTRO, María Fernanda
2009    Las similitudes en la ideología y en la praxis entre el APRA y el PCP-Sendero     Luminoso.
             Memoria de Humanidades UARM



DE SOTO, Hernando
1986  El otro sendero
          Lima.

Degregori, Carlos Iván

1989    Que difícil es ser Dios: ideología y violencia política en Sendero Luminoso.
            Lima: El zorro de abajo.
_______
1990    El surgimiento de sendero luminoso : Ayacucho 1969 - 1979.
Lima : Instituto de Estudios Peruanos.
Gorriti Ellenbogen, Gustavo
1990    Sendero : historia de la guerra milenaria en el Perú.
Lima : Apoyo.







[1] Entendido como crecimiento económico.
[2] Una cita de mi Memoria de Humanidades: Las similitudes en la ideología y en la praxis entre el APRA y el PCP-Sendero Luminoso (2009). Trabajo donde emplee el texto de Degregori El surgimiento de Sendero Luminoso y el de Gorriti, entre otras fuentes.
[3] Esto se vio reflejado cuando desde el ILA se dedicó a exterminar dirigentes sindicales y alcaldes de IU.

El Hombre político: las bases sociales de la política

Lipset entiende democracia, en este libro, como un sistema político que suministra oportunidades constitucionales para un cambio pacífico de dirigentes gobernantes. Sustenta a través de Schumpeter y Weber que deben darse tres condiciones: 
  1. Un cuerpo político de instituciones. 
  2. Líderes políticos en funciones. 
  3. Líderes políticos reconocidos que aspiran a cargos.

El texto a resumir se centra en la relación de la democracia con el desarrollo económico y la legitimidad. Lipset para explicar sus postulados se apoya mucho en Weber; tal es así que terminando el capítulo dos, podríamos afirmar que la democracia moderna sólo es posible dentro de la industrialización capitalista. Y si nos adentramos más en la tesis weberiana, hasta el protestantismo y su culto por la individualidad del sujeto no deja de tener un punto fuerte a favor de la democracia.
Una economía buena, garantiza las posibilidades de una democracia; si no puede derivar en otras perversiones como la oligarquía (dictaduras tradicionales) o la tiranía (comunismo o peronismo). Los rasgos de una economía buena se pueden ver en la relación de algunas variables y el desarrollo de la democracia: Industrialización; Urbanización; Nivel de cultura; Riqueza; Educación.  Lipset hace especial énfasis  en la última, la educación[1], "más significativa que los ingresos o la ocupación", siendo ésta no suficiente, sino que debe constituirse como una condición necesaria. Luego de que Lipset presente la tesis de Lerner, indica que estas variables deberían desarrollarse al unísono para evitar la desorganización social. Son clave del proceso de modernización como fases históricas; sin embargo al final desacredita toda hipótesis de Lerner, no sin antes rescatar que su investigación motivará otras más.
Es curioso el anticomunismo del autor que se ve a lo largo de todo el texto[2] y nos muestra la polaridad de su época. Además, Lipset en repetidos pies de página  nos demuestra sus limitaciones académicas (ver página 45 pie de página 1 del cuadro II y página 48 pie de página 10). Dentro del  tema titulado DESARROLLO ECONÓMICO Y LUCHA DE CLASES, Lipset, nos hace concluir que existe una relación inversa entre renta per cápita y comunismo: a mayor comunismo, menor renta per cápita en un país. Frente a esto concluimos que el extremismo no es nutrido por la pobreza estable[3], sino por mayor información[4]; sin embargo, cuando la redistribución es mala y el grado de desigualdad agudo, se propicia un discurso extremista.
En el capítulo tercero, Lipset, nos habla de la legitimidad y la eficacia; además que se puede prescindir de la primera pero no de la segunda para durar en el poder. Las crisis de legitimidad ocurren en épocas de transición hacia una nueva estructura social. Igualmente una democracia que se precie de estable debe de mantener una tensión moderada entre las fuerzas políticas en pugna.



[1] Lipset presenta educación y cultura casi como hegemonía: cultura nacional integrada es diferente de una clase baja aislada.
[2] Podríamos concluir bajo lo que Lipset presenta que la mayor amenaza de las democracias jóvenes son sus comunistas internos.
[3] Se relaciona más con tradición
[4] “Una casa puede ser amplia o pequeña; mientras las casas circundantes sean igualmente pequeñas, ella satisface todas las exigencias sociales de residencia. Pero si se levanta un palacio al lado de la pequeña casa, ésta queda reducida a una choza” (Cita que Lipset hace de Marx en la página 56).